Querido lector, hace unos pocos meses me mudé de Bergamo a Barcelona, y aunque yo soy Española para mi fue un shock mucho más importante de lo que me imaginé cuando tomé la decisión de realizar una mudanza internacional. Viví una pérdida profunda y oscura al dejar personas, relaciones, hábitos y un hogar que había construido. Por eso considero necesario hablar de este fenómeno que hemos vivido y/o viviremos a lo largo de nuestra vida: el duelo.
Antes que nada ya sabes que me gusta iniciar con una pregunta ¿Qué es exactamente el duelo? Podríamos definirlo como un proceso emocional y psicológico que experimentamos tras una pérdida. Pero ¿A qué nos referimos exactamente con la palabra pérdida? Generalmente cuando pensamos en un duelo nos imaginamos en proceso que parece una persona tras el fallecimiento de un ser querido, pero también podemos vivirlo sin necesidad de que haya una defunción de por medio, por ejemplo cambios a peor en el estado de salud, una ruptura con nuestra pareja, problemas familiares que estemos padeciendo, cambios en el ciclo vita (pasar de la juventud a la adultez, por ejemplo) o en mi caso una mudanza.
Pero si hablamos de duelo es imposible que no hablemos de Elisabeth Kübler-Ross. Esta psiquiatra y escritora suizo-estadounidense escribió en 1969 el libro sobre la muerte y el duelo más importante que existe hasta la actualidad, en inglés se denomina “On death and dying”, o traducido al español, “La muerte y los moribundos”, en este libro identifica que el duelo tiene por norma general 5 fases/ etapas y que generalmente siguen el siguiente proceso:
negación > ira > negociación>depresión > aceptación
Aunque estas sean las fases y el orden más común no todas las personas somos iguales así que no todas vivimos el proceso de pérdida de la misma manera. Pero lo que sí tenemos en común todas las personas es que la función del proceso de duelo nos proporciona y es la adaptación a una nueva realidad.
Por último me gustaría dejarte por aquí esta frase que nos dejó Elisabeth Kübler-Ross y que me ha acariciado un poquito el corazón:
“Las personas más bellas que hemos conocido son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado la manera de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad, y una compresión de la vida que los llena de compasión, humildad y un profundo interés amoroso. La gente bella no surge de la nada ”